La lucha por la cuota de estómago

La lucha por la cuota de estómago

“Cuota de estómago” es un concepto que cada vez se escucha más en los planes estratégicos de la industria de alimentos y bebidas.

Hoy en día consumimos menos alimentos y bebidas que hace un año, cada consumidor está realizando menos ocasiones de consumo que el año pasado (un 1% menos que el año anterior, teniendo en cuenta cualquier ocasión de consumo que haga tanto en el hogar como fuera de su casa). Esto obliga a las empresas del sector  que quieren crecer en volumen «robar» la próxima ocasión de consumo a otro jugador del mercado; intensificando así la lucha por la cuota de estómago del consumidor final.

El consumidor actual cocina menos en casa (41 millones de ocasiones de comidas y cenas preparadas en lo que va de año) y busca opciones más convenience: pasando a comer o cenar fuera de casa o bien sigue comiendo en casa, pero pidiendo la comida ya preparada vía delivery o takeaway.

Cuando cocina en casa, busca la comodidad vía ayudas culinarias o soluciones preelaboradas que le faciliten la preparación del menú. Continúa la evolución creciente del uso de las variedades industriales en nuestras cocinas vs las recetas 100% caseras; representando ya un 16% de las ocasiones de comidas y cenas que preparamos. Niveles muy similares a vecinos europeos como Francia (16%) o Portugal (14,6%) pero muy lejos aún de Reino Unido donde en un 25% ya de las ocasiones se utiliza la opción preelaborada. También busca esa comodidad simplificando el menú. Cada vez en nuestras mesas hay más cenas de plato único y sin postre.

Por otro lado, surgen nuevos movimientos y dietas alimenticias que apoyadas por una gran exposición mediática consiguen impactar en nuestros hábitos de consumo de alimentos y bebidas. La búsqueda de la “Naturalidad” (Realfooding) avanza y se consolida en el sector. Un 80% de los hogares declaran que eligen habitualmente productos naturales e incluso un 60% declara que han abandonado el consumo de alimentos procesados, abandonando en mayor medida grasas y sal, seguidos de edulcorantes artificiales y azúcar. Así en el último año, por ejemplo, las variedades de leche entera y las leches frescas, impulsadas por una percepción de mayor naturalidad que el resto de las variedades lácteas, vuelven a la senda del crecimiento y entran en más despensas de hogares españoles.

A esta búsqueda de la comodidad y la naturalidad se une una tercera tendencia: la reducción de ingestas de carne de vaca y salchichas. En los últimos años hemos reducido la ingesta de esta proteína animal cuando comemos en casa de forma gradual y progresiva. Hoy la carne de vaca está presente en el 6,4% de las comidas y cenas que hacemos en el hogar, un 14% menos que hace seis años.

Fuente: Kantar